Los Tres Ases Los Tres Ases - El Dios Del Despacho

Ves pasar la vida sentad@ en tu butaca fumándote cohibas y bebiendo coñac, para tí no hay guerras, no hay bombas ni metrallas, no importa los que han muerto ni los que morirán. Tú te consideras por encima del bien y del mal. Desde tu despacho de todopoderoso declaras la guerra, impones la paz, bajas los salarios para subirte el tuyo para la defensa del estado de bienestar. Tú miras el mundo desde encima de un pedestal. Vives rodead@ de muchos lameculos. Tú enseñas los dientes y das tu bendición, repartes ministerios como quién dá cigarros, todo por tu patria y por tu salvación. De no ser por tí qué sería de la nazión. Graznas como el cuervo desde su madriguera, mucha charla hueca y poco que decir, tú eres quién decide si esto es bueno o malo y si no hago caso, ay pobre de mí! Tú eres la esperanza para poder salvar al país. Eres igual que un spot publicitario: solo dices mentiras y la gente se las cree. No hay ningún problema mientras se dejen convencer. Pero ya me he hartado y estoy muy desquiciado de tanto baboso borracho de poder, has llegado muy alto y ahora te toca caer. Quieres ser historia yo voy a complacerte, quieres ser un mito, yo te ayudaré, no me des las gracias, será un verdadero placer. Cuando te dispare veré como tu sangre corre por el suelo y me preguntaré:
¿tú no eras un dios? ¿Cómo es que sangras?